La ciudad perdida de Cahuachi, Nazca
- Ana María Atria Rosselot
- 22 jun 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 17 sept 2024

Corría el año 1982 cuando un arquitecto y escritor italiano de nombre Giuseppe Oreficci, descubrió un enorme conjunto religioso al sur de las enigmáticas líneas de Nazca. Tras años de excavaciones ha logrado sacar a la luz, 6 pirámides de las 32 que se suponen que hay en total. Por tanto podemos afirmar de que se trata del mayor complejo ceremonial de la cultura Nazca, incluso de todo el Perú, siendo mas grande que Machu Picchu.
Como ocurrió en el antiguo Egipto, los saqueadores no tardaron en llegar, robando numerosos tesoros arqueológicos, dotándose principalmente de cerámicas y artículos ceremoniales. Lamentablemente las autoridades locales no cuentan con suficientes recursos y hoy en día se sigue expoliando la ciudad perdida de Cahuachi.

Llama poderosamente la atención que la enigmática ciudadela de Cahuachi, el templo ceremonial más importante de la cultura Nazca y quizá el más grande del mundo, haya sido encontrado enterrado y sellado, y en notable estado de conservación.
Hablar de Cahuachi es hablar de una ciudad perdida en la noche de los tiempos. Cahuachi fue la capital teocrática de la Cultura Nazca gobernada por sacerdotes, por ello algunos investigadores la consideran el "Vaticano del Perú Prehispánico". Otros especialistas la definen como un centro ceremonial vacío que sólo era visitado por peregrinos en romerías asociadas con el culto religioso, y que una vez cumplidos los ritos sagrados la ciudad quedaba temporalmente abandonada. El arqueólogo Giussepe Orefici, actual director de las excavaciones en el lugar, señala que Cahuachi es la ciudad de barro más grande del planeta. La ciudad de Cahuachi se ubica a 20 km al oeste de la actual ciudad de Nazca, en la margen izquierda del río del mismo nombre, y ocupa una superficie de 150 ha donde los antiguos nasquenses erigieron más de 100 edificios piramidales de diversos tamaños, con plazas ceremoniales y múltiples recintos... < Ver Mapa de Ubicación > La parte central de la ciudad se extendía en una superficie de 25 ha y sobresalía por concentrar las construcciones más grandes, las cuales estaban conformadas por 2 conjuntos de edificios de varios niveles o plataformas, cercados por una gran muralla. Se calcula que en la parte central de la ciudad existían un total aproximado de 40 pirámides. Uno de los edificios más imponentes de la ciudad de Cahuachi es la "Gran Pirámide" que mide 110 m de largo, 90 m de ancho y 28 m de altura, y está compuesta por 7 plataformas escalonadas. En la "Gran Pirámide" los arqueólogos encontraron un depósito de 200 textiles, varios de ellos pintados a mano, lo cual resulta una rareza en la cultura Nazca pues hasta ese momento sólo se conocían textiles bordados... < Ver Imagen > Otra edificación importante en la ciudad de Cahuachi fue el "Gran Templo" o "Templo Mayor", que según cálculos de los arqueológos mediría 150 m de largo, 100 m de ancho y entre 15 y 20 m de altura. Allí se realizaban las principales ceremonias de teurgia o alta magia, que eran realizadas por la importante casta sacerdotal de la Cultura Nazca. Las características arquitectónicas de Cahuachi y los materiales empleados para su construcción, hacen suponer que la edificación y mantenimiento de cada complejo piramidal estuvo a cargo de un ayllu, es decir, una comunidad con relación de parentesco. El tamaño de cada complejo guardaba relación directa con el número de integrantes de la comunidad, quienes fabricaban sus propios adobes con arena, tierra, arcilla y algunos minerales que servían para compactar la mezcla. Para enlucir las paredes de las viviendas y templos se usó el mucílago de los cactus para amalgamar el barro. En las plataformas superiores de los edificios se han encontrado instrumentos musicales y vasijas decoradas, por lo que se deduce que los nasquenses realizaban sus ceremonias en esos recintos, luego que los asistentes se congregaran en las plataformas inferiores. En zonas aledañas a las pirámides han existido talleres de textiles y áreas de producción de alimentos, en cuyos pisos y rellenos se han hallado testimonios de devoción individual y vestigios de rituales colectivos, como depósitos de cabezas trofeo, de tejidos ceremoniales o grupos de antaras rotas intencionalmente. La decadencia de Cahuachi tiene causas aún no identificadas del todo, sin embargo se presume que pudo haber ocurrido por anomalías climáticas como un fuerte fenómeno de El Niño o una sequía prolongada, disputas de poder en la clase sacerdotal, o quizá un catastrófico terremoto. Recientes investigaciones indican que el templo fue encontrado enterrado y sellado, desprendiéndose dos hipótesis: una que sugiere que esto se produjo como una negación de la religión, en vista de las catástrofes naturales sufridas por esta civilización; la otra explica que al igual que en Egipto el templo fue enterrado para que perdurase en el tiempo. Los antiguos nasquenses fueron respetuosos de su frágil medio ambiente, dependían de él al igual que nosotros dependemos hoy, pero no respetamos. El milenario bosque de huarangos de Usaca, ubicado frente a Cahuachi y que fuera silencioso testigo del apogeo de la Cultura Nazca, viene siendo talado inmisericordemente, haciéndose casi nada para evitarlo. Merece destacarse el esfuerzo del Proyecto Nazca, dirigido por el Arq. Orefici desde hace 28 años, y conformado por unos 50 profesionales entre arqueólogos, antropólogos, arquitectos, topógrafos, geólogos, peleobotánicos, arqueoastrónomos, etnomusicólogos, restauradores y conservadores de bienes monumentales, quienes laboran en pos del descubrimiento total de esta enigmática ciudad, que hoy yace semi-enterrada bajo las candentes arenas del desierto costero de Nazca.


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